Moisés, mientras pastoreaba las ovejas de su suegro, vio una zarza que ardía pero no se consumía. Al acercarse, Dios lo llamó desde la zarza y le encomendó la misión de liberar a los israelitas de la esclavitud en Egipto. Esta historia marca el comienzo de la misión de Moisés y muestra cómo Dios puede usar cualquier situación, por inusual que parezca, para revelar Su voluntad y llamar a Su pueblo (Éxodo 3).
No responses yet